Sus labios perla
El sabor salado inunda mis pulmones y siento como la respiración se me corta. El agua entra por mi boca sin cesar. Me estoy ahogando y a mi compañera marina no parece importarle mucho. Se regocija ante mi sufrimiento. Uñas color coral se clavan sin arrepentimiento en mi garganta, tiene prisa por acabar con mi existencia. Quiere devorarme, ahora mismo, no puede esperar ni un segundo más. Y pensar que fui yo quien se lanzó al mar detrás de tan bella criatura. Pero no fui más que engañado por sus hermosos cantos hechizantes, que una vez que los oí no pude parar de pensar en mi sirena. Ahora ya a penas puedo ver, mi vista es invadida por puntos negros y ya no puedo verla. Está acabando conmigo. Lo último que veo antes de desmayarme es como nada hasta mi y siento sus labios de perla sobre los míos. Adiós, mi querida sirena.